Ser subjetivo

Saturday, May 13, 2006

Cuando sí vale la pena discutir sobre asuntos indiscutibles.

Círculo ascendente vs círculo descendente.

Resulta interesante observar la profundidad de los lazos que se forjan durante una acalorada discusión filosófica, independientemente de su potencial tautológico, consideradas por el sentido común como "triviales":

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En un sentido puramente funcional la discusión permite el enriquecimiento personal puramente funcional de las partes implicadas, ya sea en imágenes o métodos mentales diferentes.

Pero, ¿qué sucede cuando se discuten puntos personalmente decidibles, donde la semántica no aplica en su funcionalidad?

En ese sentido la discusión permite el enriquecimiento personal de las partes implicadas, ya sea en imágenes o métodos mentales diferentes.

Si se considera el sistema hablante-oyente, como una sola entidad que percibe y comunica (al menos sobre el tema tratado), tomando el punto de vista de un tercer oyente que, sin participar, presta atención a la discusión en sí sin importarle las identidades de los hablantes:

En ese sentido la discusión permite el enriquecimiento personal, ya sea en imágenes o métodos mentales diferentes.

Si esa discusión plantea puntos previamente considerados por el oyente, y desemboca en conclusión suficientemente similar a la suya, entonces el oyente puede llegar a pensar que, al menos tautológicamente, su conclusión es correcta.

En ese sentido la discusión permite el enriquecimiento personal.
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Círculo ascendente: Discutir, para plantear la posibilidad real de enriquecerse uno
mismo (esto incluye la incerteza sobre las propias aseveraciones).
Nótese que la relevancia del enlace yace en la INcerteza. Enunciar hechos objetivos no
contribuye al enlace. Los hechos crudos yacen muertos, sin relación entre sí. Sólo la emoción o pensamiento ligada a ellos les da hilación.

Círculo descendente: discutir por discutir, para obligatoriamente enriquecer al otro (o de no ser esto posible, desacreditar su capacidad para ser "enriquecido").
O potencialmente negar la posibilidad de enlace del otro que, consecuentemente, niega la posibilidad de enlace de uno mismo.


El eje de ese círculo: La voluntad. Todo se basa en ella, más allá de la intención aparente.
La voluntad de querer aprehender racionalmente el eje de la voluntad requiere de algo más alla de la racionalidad.

La voluntad es la tautología madre, y un manantial de ironía surge de intentar categorizar esta
misma frase.

En resumen:
Discutir?, claro! Gusto en conocerl@.
Discutir por discutir, no gracias.

1 Comments:

  • Pues un blog bastante distinto al otro, sin duda. Pero la lectura de tus textos -tanto de éste espacio como del alterno- requiere un poco más de reflexión que una simple ojeada.

    Saludos de nuevo!

    By Blogger Virgilio Sofistófeles, at 1:11 AM  

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