Ser subjetivo

Friday, January 13, 2006

Yo soy esa marioneta (aparte)

Yo soy esa marioneta (aparte)

Este es un mundo de ilusiones. Cada quien proyecta la suya, basándose en conocimiento, habilidad, intención... como en un teatro de marionetas.
Claro está, proyectar una despreocupación falsa no hace más que ahondar la carencia... negar la sed a veces nos aleja de saciarla.
Pero aun manteniendo una sola proyección, la propia, se sigue manteniendo esa sensación de ilusión. Esto es, claro, porque la comunicación directa de pensamientos y esencias no es algo que sucede a diario. Entonces, para recibir lo que se requiere primero hay que saber qué es.
Conocerse para no terminar como el niño que tira su juguete tres días después de haberlo llorado. Y esto se promueve al mantener nuestra proyección deseada aun cuando a veces sería más cómodo mentir y conformarse, expresando nuestros deseos reales... y Puf! de repente se nos presentan.

Lo mejor es que nuestra marioneta de la vida diaria sea una representación fiel a nosotros mismos, con todo y debilidades. Eventualmente la marioneta será inadecuada hasta el punto del dolor, zarandeada y hasta desgarrada por los juicios ajenos. Entonces es tiempo de meditar en los acontecimientos y sus consecuencias para ver qué fue lo que salió mal y, lo más importante, en qué nos corresponde mejorar (responsabilidad!). Los cambios son de fondo y no de apariencia, se reflejarán en la marioneta después de haber sido consumados y no antes, porque asimismo ganar lo que no se desea termina por hartar, no importando qué tanta popularidad o admiración nos acarree.

También se puede uno arriesgar a jugar un papel ajeno, cambiando la marioneta por pura diversión, como "simulación pasajera". Cuánta gente se jacta de esto! Claro que, al ponerse a sí mismo en el escenario no se hace burla de los demás sino de uno mismo, y el personaje que debería llevar los hilos corre el gran riesgo de enredarse en ellos. Hilos que metafóricamente son los hábitos que él mismo se ha formado: Autoinstrumentalización, o fascinación de la simulación hasta llegar a la compulsión.

En resumen, algunas veces nuestra marioneta será apaleada por la realidad, pero nuestro artesano tras bambalinas siempre podrá hacer otra mejor, que manteniendo su sinceridad (y por ende, la conexión con la esencia que nos hace sentir vivos), resulte en una mejor aplicación del arte que le da su identidad. La marioneta es una proyección real, limitada, (re)creable, sustituible pero inherente y sobre todo siempre perfectible que nos permite levantarnos (según el punto de vista externo) de nuestras mismas cenizas.

Esto es porque, ninguna herida hará brotar la verdadera sangre, y nada puede aniquilar nuestra esencia más que la triste resignación a ser limitadamente ( y/o definidos externamente como) felices en un mundo infinitamente complejo.

Monday, January 02, 2006

RE(creación)

Re(creación)

La comunicación no se remite a la interpretación conjunta de símbolos o fonemas, sino a la transmisión análoga de experiencias entre hablante y oyente.

Dada la ininteligibilidad de los detalles, las palabras son como la punta del iceberg, donde el hielo es el sentido real de la misma.

En caso de extrema consternación, las palabras saben a ajenas cuanto a lo incompleto de su fachada: su "falta de solidez". Pero a semejanza de la naturaleza, es su fluidez lo que las caracteriza, lo que las une, de la misma forma en que la viscosidad del solvente del pigmento influye en el efecto gráfico de una pintura.

Así, pintamos panoramas (como Bob Ross), y aun sin pintar cada hoja vegetal, sabemos si se refiere a un pino o a un almendro. De esta forma, el lenguaje, el contexto, la semántica, la semiótica... son gestalts recurrentes en y entre sí mismas, atravesando ciertas "escalas" de orden de complejidad. La constante, en dado caso, sería la fidelidad de la representación (con un limite de "resolución") con la realidad, que tiene una complejidad infinita.

La claridad y la amplitud de las fronteras de la representación conjugadas forman parte de la comprensión, que llevado a buen término, permite a cada detalle participar en la impresión resultante evocada.

La negentropía como la fuerza creadora de la gestalt...